Este mes Erika de La Ventolera es la anfitriona del HEMC #38, y ha propuesto como tema "Comida de mi pueblo". Casi no llego a esta convocatoria. Mi primer impulso fue hacer un hornazo salmantino, pero es muy trabajoso y no he tenido tiempo, así que he preparado dos recetas más sencillas pero muy charras. Esta es una de ellas, la otra son unas patatas "meneás". El otro día de casualidad, aterrizó en casa un trozo de hígado, algo no muy habitual, y mi marido lo preparó como siempre se ha hecho en los días de matanza. Lo hizo el siguiendo la sabia receta de mi suegra, o sea, que esta es de las de toda la vida.
En Salamanca es muy común que en las casas de los pueblos con la llegada del frío se hagan las matanzas al estilo tradicional. Se mata el cerdo, se despieza, se hacen los embutidos.... También es muy tradicional que el primer día de matanza a media mañana (y después de que el veterinario haya dado el visto bueno a la carne) se prepare este plato. Los hombres hacen una parada en el trabajo de descuartizar la carne y las mujeres también. No puede faltar el hígado encebollado del cerdo matado esa mañana. Tampoco faltan los dulces y el aguardiente que se dejan por las mesas durante todo el día. Las chichas tampoco faltan a la hora de la comida ni las patatas guisadas con espinazo. Es casi un menú obligado.
Ingredientes
Un trozo de hígado (de cerdo o ternera)
2 cebollas hermosas
1 y 1/2 cucharada de pimentón
2 ó 3 ajos
aceite de oliva
sal
Vinagre (como unos 15ml o al gusto)
Preparación:
Se trocea el hígado en trocitos no muy grandes, lo salamos y lo reservamos. Se pica la cebolla fina y se pone en una sartén a pochar. Tradicionalmente esto se hace en esas sartenes de porcelana que tienen el asa tan larga. Yo no tengo y para ello usamos una que tiene buen fondo. Cuando la cebolla está casi transparente añadimos el hígado ya troceado. Le damos unas vueltas y dejamos que se vaya haciendo. Mientras en un mortero machamos los ajos, a los que añadimos un pedazo del hígado de la sartén. Una vez que está todo machado bien, añadimos el vinagre y lo reservamos.
Cuando el hígado de la sartén ya esté casi hecho, añadimos el pimentón y lo movemos. Acto seguido echamos a la sartén el machado del ajo con el vinagre. Dejamos que cueza un poco y se sirve bien caliente.
5 comentarios:
Ya estamos en época de matanzas. El puente de diciembre es la de mis tios. Aunque da mucho trabajo, se pasan unos días muy familiares y divertidos.
A mi lo que más me gusta es el espinazo guisado. Esta ...
Besos
Si, me encantan las matanzas, aunque claro, lo pasaba mejor cuando era niña. En casa de mis padres hace un par de años que no se mata el cerdo, pero se sigue embutiendo la carne como siempre. A mi también me gusta el espinazo... jaja, es de mis comidas de matanza favoritas y por supuesto las chichas.
Un abrazo
Me encantan las tradiciones de los pueblos. Y me gustaría que no se perdieran , son su esencia, sus costumbres. Me imagino que debe de haber estado delicioso este plato.Gracias por compartir tu receta
Saludos
Que delicia de plato, pero no es a todo el mundo que le gusta el hígado ehh... yo de pequeña lo odiaba pero ahora me gusta...si es que no hay como cumplir años :))... Aquí también hacemos matanzas y es muy divertido asistir...bueno que me enrollo jajaja te ha quedado una receta muy apetitosa, dan ganas de pinchar con el tenedor y seguro que la cebolla da un sabor delicioso al hígado...un besazo!!!! (que gustazo no tener que andar pendiente de pinchar sobre anónimo...)
El resumen del evento “Comida de mi pueblo” en el que participaste ya está listo y podés pasar a disfrutarlo. Gracias por tu aporte al HEMC Nº38, entre todos aprendimos un montón de cosas nuevas!
Saludos desde La Ventolera
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