Esta tarta es resultona, se puede hacer en una prisa y el sabor del queso y la manzana combinan fenomenal. La receta original es de Gastronomía y Cía, y la he hecho con queso fresco y con queso en crema Philadephia, me quedo con la segunda opción, queda mucho más cremosa y de sabor más suave.
Ingredientes
500 gr. de queso crema
80 gr. de harina
4 huevos 1 manzana
200 gr. de azúcar
1 cucharadita de canela molida
almendras laminadas al gusto
Preparación:
Se baten los huevos con el azúcar hasta que blanqueen. Es mejor hacerlo con la batidora eléctrica. Añade a la mezcla la harina tamizada y la cucharada de canela. Hay que mezclarlo bien y cuando está listo se incorpora el queso en crema y se bate con la batidora. Si se opta por queso fresco hay que añadirlo desmenuzado y triturarlo después con la batidora también. Tiene que quedar una crema finita. A esta mezcla hay que añadir la manzana cortada en láminas finas.
Prepara un molde con mantequilla o vierte la masa en un molde de silicona. Espolvorea por encima las almendras laminadas y un poco de azúcar. El horno ha de estar precalentado a unos 185º. La tarta necesita entre 30 y 40 minutos, depende del horno y de lo alta que haya quedado la tarta. Para comprobar si está cocida se puede introducir un palillo y ver si sale limpio. Si no salen restos de masa, está perfectamente cocida.
Si todavía no está se puede bajar el fuego del horno y dejarla un ratito más.
Esta tarta está más rica con un poco de reposo, de un día para otro es fantástica porque los sabores se asientan y se mezclan mejor.
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